martes, 28 de febrero de 2017

Huevo a la clara montada



Este plato que vengo a presentar hoy es un tanto peculiar, puesto que se trata de un plato familiar y lleva generaciones haciéndose. El huevo a la clara montada es un plato práctico y fácil de hacer. Yo lo recomiendo para aquellas situaciones en las que uno se encuentra apurado y no sabe qué hacer, pero quiere sorprender. Algo muy positivo que se podría destacar de este plato es que por pequeño que parezca es muy contundente. Algo que deberéis tener en cuenta a la hora de organizar una cena o comida, por lo que no recomiendo que añadáis más platos sobre la mesa, con éste y un postre, ya es más que suficiente.









Ahora explicaré los alimentos a utilizar para la elaboración del huevo a la clara montada (de izquierda a derecha): pan de nube, taquitos de jamón serrano y huevo.








(1) Con un cuchillo de sierra cortaremos la superficie del pan, de manera que quede como si fuera una tapa y a continuación le haremos un pequeño hueco en el centro, donde posteriormente colocaremos la yema de huevo.

 





    







    (2) Partimos el huevo y (si no tenéis el aparto para separar el huevo de la clara, no pasa nada, a la antigua usanza) en una de las mitades dejaremos la yema, mientras que la clara la depositaremos en un vaso.






    (3) Colocamos con cuidado la yema sobre el hueco que hemos hecho con anterioridad sobre el pan.






    (4)  Batimos la clara hasta que ésta quede blanca como la nieve y espesa como la espuma.

    (5) A continuación iremos colocando los taquitos de jamón sobre el pan, de manera que la yema quede rodeada de éstos.





    (6) Por consiguiente vamos a ir colocando con la ayuda de una paleta la espuma sobre el pan, hasta cubrir en su totalidad el huevo. Es importante que sobre la yema se aplique una capa fina de clara montada, ya que lo que nos interesa es que el huevo se cocine.



 




     






    (7) Ponemos a calentar una sartén con una cantidad generosa de aceite (el aceite debe estar muy caliente).







    (8) Una vez tenemos el aceite a punto, con la ayuda de una cuchara y una pala para fritos llevaremos a cabo el siguiente paso: se cogerá el pan con la receta preparada y se colocará sobre la pala de fritos. A continuación, ésta se colocara sobre la sartén (no puede tocar el fondo, hay que evitar que se queme por debajo), y con ayuda de la cuchara rociaremos de forma continuada el aceite sobre la clara montada hasta que coja un color dorado. Una vez consiga ese color, lo pondremos sobre un plato, el cual tendrá encima papel cocina (necesario para que absorba el aceite acumulado).


 





















    (9)  ¡Ya está listo para degustar!

 


























PD: Si tenéis alguna duda o alguna sugerencia, por favor dejad un comentario o enviadme un correo para que pueda ponerme en contacto con vosotros y ayudaros.


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